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 Nuestra Historia

Comienzos

En 1980, un grupo de artistas fundado por Gilles Ste-Croix llevó su talento a las calles de Baie-Saint-Paul, una villa encantadora en las costas del río St. Laurent cerca de la ciudad de Quebec. Conocidos para el público como Les Échassiers de Baie-Saint-Paul (Los caminantes sobre zancos de Baie-Saint-Paul), este grupo formaría el núcleo que se convertiría en Cirque du Soleil. Este elenco tenía un espectáculo ecléctico, donde se destacaban malabaristas, bailarines, tragafuegos y músicos que encantaban a los fanáticos locales con su número. Estos primeros fanáticos y artistas no sabían que estos serían los comienzos que llevaría a algo mágico, emocionante y revolucionario a escala global.

El comienzo de una Revolución Artística

Después de años de afinar su arte, Guy Laliberté, miembro de Les Échassiers, decidió que el espectáculo había evolucionado y estaba listo para deleitar a fanáticos fuera de su ciudad de origen. En 1984, para marcar el aniversario 450° del descubrimiento de Canadá por parte de Jacque Cartier, Laliberté decidió llevar el espectáculo de gira por la provincia, mostrándole a las personas un atisbo del futuro de las artes circenses y reflexionando en torno a la historia de su nación. Este espectáculo viajero ofrecía una visión única de las artes circenses: Libre de animales, llamativa, dramática, hermosa y reflexiva. Los artistas callejeros tenían trajes escandalosos, iluminación mágica y música original. Laliberté apodó a este nuevo elenco móvil Cirque du Soleil porque, en sus propias palabras, “El sol simboliza la juventud, energía y fuerza”. Un nombre adecuado; al elevarse el sol de Cirque du Soleil por primera vez, comenzó un nuevo amanecer en el mundo de las artes circenses.

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